sábado, 2 de enero de 2010

El banquete de Platón


Empieza el año, peor aún, la década.

Esto no hay quien lo pare. A partir de un cierto momento en la vida, el tiempo transcurre a una velocidad de vértigo y hay poco que hacer para remediarlo, le pasa a todo el mundo. Ley de vida, dirían algunos, ¡menudo consuelo!

Tras el epicureismo, llega el estoicismo, la corriente del pensamiento en virtud de la cual -simplificando un poco- conviene hacer de la necesidad virtud. Pues sí, buenas dosis de esta sabia filosofía necesitamos en un país en el que la mediocridad se ha apropiado del espacio de la política, mire uno en la dirección que mire. Parece una broma, pero no: España siglo XXI, liderada a babor y estribor por gente incapaz de leer "The Economist" en versión original. ¡Qué gran fidelidad a la lengua de Cervantes!

Como veis, queridos amigos, empiezo el año dando guerra. Para suavizarme y afrontar el crudo invierno luxemburgués con el mejor de los ánimos, adquirí en la FNAC, siguiendo el consejo que alguien me dio sin darse cuenta, una bonita edición del banquete de Platón. Seguro que me iluminará y me dará razones para seguir asomándome a esta ventana virtual con buenos argumentos acerca de lo humano y lo divino.

¡Gracias por estar ahí y feliz año a todos!

2 comentarios:

  1. The Economist ya no es lo que era desde que algun Estadounidense empezo a comprar acciones, cuando hablan de Europa ahora...lo narran como si Europa estuviese muy lejos. Mucho mejor la revista el jueves o el diez minutos, has visto lo de la operacion de Belen Esteban? jaja, que mediocre soy. Toda la razon, España esta dominado por lo absurdo y pasarlo bien, para eso somos los mejores, y la verdad que a mi en el fondo me gusta.

    Muchas gracias por tu blog y abrazos

    ResponderEliminar
  2. A mí me parece que Belén Esteban no ha quedado mal. Antes se parecía a Poli Diaz, el potro de vallecas, y ahora tiene un aire -con photoshop de por medio- a Paris Hilton. De todas maneras, la portada del Semana me pareció lamentable, una burda manipulación para aprovecharse de la exclusiva. Ya no te puedes fíar de nadie!

    Un abrazo y a seguir con alma et vino

    ResponderEliminar