domingo, 24 de enero de 2010

Días para colorear


Con la vuelta al óleo, motivada por la necesidad de ocupar mi abundante tiempo de ocio, he de reconocer que me da pereza asomarme a esta ventana de imágenes y palabras improvisadas. ¡Si por lo menos tuviera algo interesante que contar! Todo está nevado, qué bonito, pero más allá de comentar el tiempo o las pelis que veo en el cine, ¿qué más puedo decir sin repetirme en plan Kierkegaard? Posibles temas para hoy: Cristiano Ronaldo, ángel y demonio; la popularidad de Obama tras las elecciones de Massachusetts, los famosos recaudan dinero para Haití, las Comunidades Autónomas reclaman del Estado más competencias, Eurovisión y los candidatos del mundo de la farándula... ¡qué panorama!

Tal vez por ello llevo tiempo barruntando la idea de escribir un blog alternativo en el que poder dar rienda suelta a todos mis instintos. Sí, una cosa con sentido del humor y carente de corrección política, en el que poner un poco de orden y desahogar todas mis frustraciones de ciudadano-exiliado-desnortado.

Así las cosas, en estos días me dedico sobre todo a pintar, aunque bien mirado, en el fondo no haga más que colorear como un niño. Dibujar, pintar, colorear o lo que sea no deja de ser una actividad relajante que permite conectar directamente con el periodo de la infancia, con ese territorio de la memoria que se embellece con el paso de los años. De esta manera, en cualquier caso, me permito el lujo de perder el tiempo sin necesidad de ver la televisión y sin que a nadie le importe, ni siquiera a mí mismo. Ojalá me salga algún cuadro bonito, aunque sea como le pasó al burro flautista -"por casualidad"-, y lo pueda mostrar pronto en este blog.

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