lunes, 24 de junio de 2013

Fin de época




Acabado el tiempo de los peces, ¿qué toca vivir ahora al margen de las fotocopias y los gráficos en excel? Manda el i-pad, la radio wi-fi y las aventuras de Aviraneta por aquí y por allá. También las ventanas y sus marcos, los interruptores de colores y quizás una alfombra persa de enésima mano (o mejor dicho pie). Vivir sin coraje, pero con orden. Por encima de las viejas servidumbres, sin renunciar a un inesperado golpe de suerte. Claro, si es golpe de suerte ha de ser inesperado. Lo que está claro es que, haga lo que haga Ancelotti, echaremos de menos a Mourinho.

sábado, 15 de junio de 2013

Baroja y la feria del libro


Pensé que había venido a Madrid para disfrutar de la Feria del libro pero la realidad era otra: necesitaba hacer acopio de libros de Baroja para afrontar la temporada veraniega. Con tanta gente y tantas casetas esotéricas la feria de madrid tiene poca atmósfera cultural, pero la experiencia es interesante para el que busque comprender el impacto de la televisión sobre la sociedad española. Los dos autores más reclamados, según lo que vi, eran jorge javier vázquez y un tal blue jeans, al que no conozco. Menos agobiados por el público estaban luis alberto de cuenca y jose luis garci, que gentilmente me firmaron dos libros sobre cine. Si hubiera estado agapito maestre, mi alegría habría sido completa, según parece anda en México en una especie de exilio voluntario. En esto se parece a nuestro héroe Aviraneta, que también se cansó de España aunque por razones distintas. 

jueves, 13 de junio de 2013

Repeticiones


Me gustaría volver a Valencia. Guardo un gratísimo recuerdo de esa ciudad, en la que estuve el año pasado pocos días después de mi cumpleaños. Aquella semana la pasé con los oidos tapados por culpa de una otitis y solo pude disfrutar a medias del viaje. El relato de Stefan Zweig que me llevé tampoco fue el más apropiado. Pero lo demás, los tiburones, la paella, la playa del Saler, la librería, la tienda de Camper, el bar de los espejos, la lonja, la casa de Hugo, la gente que encontramos, todo fue fantástico. Debería dedicar más tiempo a los amigos, menos Platón y más Epicuro. Por cierto, ya me acabé el libro sobre el inventor de la corriente alterna. Un libro muy entretenido, para pasar un buen rato. Ahora vuelvo a las andadas con Baroja y su héroe de acción, Aviraneta, de vuelta por Madrid tras sus peripecias por Aranda de Duero durante el fracasado trienio liberal.