domingo, 7 de junio de 2009

El Parlamento Europeo y la abstención


Para entrar en faena, un tema serio: las elecciones al Parlamento Europeo. Han cerrado los colegios electorales en España y parece ser que ha ganado el PDA ("Partido de la Abstención").

En mi humilde opinión, este hecho se explica si tenemos en cuenta que, como consecuencia de la enrevesada arquitectura institucional comunitaria, en Europa no se sabe muy bien quién manda ni cómo. Eso sí, lo que está claro es que el Parlamento Europeo ni elige directamente gobierno alguno (más allá de su aceptación del Presidente y de los miembros de la Comisión) ni está formado por los líderes de los partidos europeos.



¿Alguien se imagina, por ejemplo, que los socios del Real Madrid o del Barcelona fueran a las urnas a elegir los miembros de una junta directiva que no tuviera ni arte ni parte en la elección del presidente?

Más aún, ¿alguien se imagina que los candidatos para configurar esa junta directiva fueran personas consideradas "molestas" en sus empresas, cuya designación hubiera sido motivada por el deseo de alejarlas de los centros de toma de poder de su organización?

Y, para concluir con el simil, ¿alguien se imagina que en la campaña electoral para elegir a esta junta directiva no se hablara de fútbol, ni de fichajes, sino de otros asuntos ajenos a la contienda?

Si así fuera, ya me diréis quien iba a molestarse en depositar la papeleta en la urna: ni "el Tato".

Algo de esto ocurre en las elecciones al Parlamento Europeo: la mayor parte de los electores no saben a quién votan ni para qué, un alto porcentaje de los elegidos saben que su exilio a Bruselas es una especie de premio de consolación (muy bien pagado, por cierto), y para más ende, del contenido de las campañas se infiere que estas elecciones son una suerte de primer round de cara a los comicios legislativos nacionales.

Dicho lo cual, a mí me da pena cuando no puedo ir a votar, ya que por lo general me siento bien tras ejercer este derecho (como si, más que un derecho, se tratara de una obligación como ciudadano). Además, me resulta entrañable poder recorrer de vez en cuando los pasillos y las aulas de un colegio, y con la curiosidad del que se acerca a la exposición de un museo, contemplar los dibujos realizados por los niños sobre de la vida de los insectos, la tipología de los minerales y las clases de plantas de la región.