sábado, 13 de marzo de 2010

Unas líneas panfletarias


Los políticos se empeñan en hablar "desde la tranquilidad", "desde el convencimiento", "desde la prudencia" y disparates semejantes. Dan ganas de quemar la televisión en esos momentos. Es sistemático: cada vez que usan la preposición "desde" de esa forma están mintiendo. Si un ministro le dice a un periodista: "permítame que le hable desde la prudencia", está pensando en realidad la manera de ocultar información relevante para la opinión pública.

Así, hablar desde la prudencia significa mentir a medias, ocultando datos, hablar desde el convencimiento significa mentir de modo solemne, con la voz campanuda, y hablar desde la tranquilidad significa mentir sin ningún remordimiento y, generalmente, sin temor a ser descubierto en la mentira.

Este uso infame de la preposición desde es propio de izquierdas y derechas, lo único imprescindible es ser político para poder usarlo. Los demás nos hemos de conformar con otras fórmulas menos eficaces para faltar a la verdad en determinados casos.

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