domingo, 18 de abril de 2010

El universo infinito


Pensaba escribir acerca del universo, pero no sé muy bien qué decir. A Giordano Bruno le quemaron por afirmar, sin telescopio que avalara sus teorías, que el universo estaba compuesto por infinitos mundos, por millones de planetas como el nuestro. ¡Qué susceptible era la Iglesia hace 400 años! Basta mirar el cielo estrellado para darse cuenta de lo insignificantes que somos; sin embargo, hasta hace bien poco nuestra civilización se negaba a admitir tal evidencia. A mi juicio, sin una respuesta científica acerca del origen del universo, la cuestión acerca de la existencia y naturaleza de Dios queda prácticamente aparcada y no tiene mucho sentido preocuparse por el tema. Que haya una inteligencia superior o deje de haberla no cambia la vida de los hombres, cuyo ciclo vital está determinado por sus genes en la medida en que las condiciones ambientales no se pongan de por medio. Un ser que no conoce el tiempo no ha de conocer ni el dolor ni la libertad, que son los parámetros que orientan el desarrollo de la voluntad. Aunque si preguntamos a un niño que juega en la playa tal vez pueda decirnos lo contrario.

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