miércoles, 21 de abril de 2010

Atrapado en Neptuno


Un post experimental, para pasar el rato. Interesante juego el de escribir por escribir, ese escribir como verbo intransitivo que decía Umbral. En el ámbito del arte abstracto, pintar también suele ser una acción sin complemento directo, un pintar por pintar a ver qué pasa, de que modo los colores se mezclan caprichosamente hasta que exista la apariencia de algo curioso, bello o particular. Los escritores se jactan de tener un oficio, y se pasan la mañana escribiendo sin parar en busca de una inspiración que suele llegar cinco minutos antes de ir a comer. Los pintores no comen, que se sepa, a la hora de la comida, sencillamente aprovechan un rato libre a lo largo del día para meterse a la boca lo primero que pillan, como si alimentarse no fuera sino una penosa obligación del organismo. Por mí parte, como a dios gracias no he llegado a tener ninguna etiqueta que acompañar mi nombre, experimento por experimentar, sin oficio alguno, dueño de una pasión intermitente, y escribo más por combatir el aburrimiento que por cualquier otra razón. Lejanos quedan los planetas del sistema solar, aunque si cierro los ojos puedo aventurar pasar de uno a otro sin esfuerzo. Extraños monstruos que nacen de los límites de la conciencia, en esa línea invisible que separa la vigilia del sueño.

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