lunes, 28 de mayo de 2012

Tablero de ajedrez


Casi por descuido, he leido "Novela de ajedrez", de Stefan Zweig. A pesar de sus buenas críticas, no me apetecía mucho leer este relato por su ambientación en la Alemania del tercer Reich. Sin embargo, tras haber leido un par de páginas, me pasó como con otras obras del autor: me enganchó y lo continué hasta el final con gran interés. Un mérito innegable de Zweig es acercar la literatura a los que, como yo, vivimos las servidumbres de la época audiovisual y pasamos el día picoteando información en internet.

En los libros del escritor austriaco, se hace referencia en no pocas ocasiones a dos categorías de individuos: los monomaniacos y los diletantes. Zweig, un diletante confeso, encontraba apasionante que una persona volcara todas sus energías vitales en un único asunto. Las biografías de Fouché, Magallanes o Mary Baker Eddi son un buen testimonio del interés de Zweig por este tipo de personas. En el otro extremo se sitúan los diletantes, aquellos sujetos cuya enorme curiosidad les impide concentrar su talento en algo en concreto a lo largo de sus vidas. Por suerte, esta curiosidad puede dar sus buenos frutos si se canaliza a través de la literatura, como demostró Montaigne con sus ensayos.

En "Novela de ajedrez" Zweig analiza una vez más la tipología del monomaniaco, en este caso un campeón del mundo de ajedrez obsesionado por ganar partidas y enriquecerse con ello. El otro protagonista de la historia es un ciudadano que sufre durante meses los métodos de tortura psicológica de la Gestapo y más no diré por si acaso hay algún curioso por ahí que quiere leer la historia. La relación de ambas personalidades contradictorias con el juego del ajedrez es lo que da interés a la historia y nos permite reflexionar sobre el valor de la libertad para el desarrollo del individuo.

Añadamos el hecho de que el escritor austriaco se suicidara poco después de acabar esta historia para tratar de comprender el verdadero alcance de esta obra. Si la muerte de Zweig no tiene nada de heroica, este penúltimo escrito suyo es un testimonio revelador de una terrible época de la humanidad que creemos definitivamente enterrada.

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