jueves, 13 de enero de 2011

La sonrisa oculta


He cabalgado junto a Hyperion a lo largo de las costas de la antigua Grecia. Un amanecer divisamos al fin la silueta de la Acrópolis y casi sin quererlo escuché el nombre de Diotima. Entonces dijo mi amigo sin dejar de sonreir: "sé que nunca la volveré a ver". En aquel momento no pude comprender sus palabras, como tampoco pude comprender su plácida sonrisa. Muy a mi pesar, entendería después, ocurrió aquello que presagió mi amigo, y de ese viejo amor primaveral no quedaron luego más que unas emotivas cartas que anticipaban el final de todo, un tímido saludo hacia la eternidad. Supongo que así de terrible debe mostrarse a veces la literatura, incapaz como es de confundirse con la vida cuando ésta se muestra modesta y rutinaria. Habitando como lo hago en el territorio de lo convencional, de lo previsto, hay algo en mí que acepta de buen grado el baño de la irrealidad, las cálidas montañas color violeta que dibujaba Hölderlin fundiéndose con las frías aguas procedentes de un lago de Suiza, por esbozar una imagen. A pesar de mi naturaleza racional, de este fardo que debo soportar con resignación, más de una vez me digo con ilusión desbordada: ¡Ay si pudiera volver a sentir en mi piel aquellas aguas cristalinas! En el fondo, todo está dentro de lo correcto si uno es capaz de mantener un moderado equilibrio entre la realidad y la ficción, si uno tiene el coraje de no cejar en la búsqueda de una manera de ser y de expresarse. Sin perder el asidero en el día a día, no hay por qué renunciar al descubrimiento de nuevos mundos, aunque sean éstos de un pasado tan lejano e irreal que difícilmente se pueda compartir. Dicho esto, para no seguir enredándome en palabras que ni siquiera acabo de entender, es posible que en breve vuelva una vez más a la pintura y a su mágico universo: el viejo olor a aguarrás, la rugosa textura del lienzo sin estrenar, la tranquila claridad del fin de semana, la música que anima los corazones, el enigmático recuerdo de una sonrisa que se oculta tras un mapa.

1 comentario:

  1. Me gusta Juan.Sigue adelante.Un amigo con sonrisa, te desea una verdadera?Diotima con sabor a chocolate hasta que nos veamos.M

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